En nuestra trayectoria profesional, han
sido numerosas las ocasiones en las que hemos trabajado en el diseño de viviendas
para promotores privados, obteniendo resultados dispares en estas experiencias. En esta ocasión, la receptividad de
nuestros planteamientos por parte del cliente, permitió sacar adelante un
proyecto bastante interesante, con el reto añadido que suponía la intención de éste de “auto”
construirse la vivienda.
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Maqueta de trabajo
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El lugar de ubicación, de sobra conocida
por nuestra parte, presentaba como
particularidad, una fuerte pendiente en el sentido transversal de la parcela,
situándose la cota inferior en el frente a la vía de acceso, con una diferencia
de cotas aproximada de siete metros, respecto al lindero trasero.
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Secciones transversales
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Estas condiciones topográficas obligaban a “semiempotrar” la edificación en la ladera, y a su vez permitía un óptimo acceso solar, dada su orientación al Sur, por lo cual, el esquema organizativo de partida, sería similar al planteado para la “Vivienda ecológica en calle Walter Gropius”, partiendo de un basamento en el que se resuelve el acceso desde el nivel de calle, un primer nivel, en el que se organiza la “zona de día”, y un nivel superior, que alberga la “zona de noche”.
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Vista desde el exterior
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Dicho esquema, desarrollado a través de
volúmenes yuxtapuestos, en una composición en la que se juega con el “llenos y
vacíos”, unido a la limpieza de las formas, permite ofrecer una imagen
contundente y atractiva.
En esta búsqueda de una arquitectura
singular, la sencillez de las soluciones constructivas, no suponen un inconveniente,
sino todo lo contrario: todo se resuelve en “blanco y negro”, por la
combinación de paramentos con revestimiento continuo, y grandes huecos
acristalados con carpintería de aluminio lacado.
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Porche exterior
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A nivel espacial, destaca la zona de acceso
a cubierto, bajo el volumen en el que se dispone el salón-comedor, en conexión
con el patio al que se abre la sala que forma el basamento y el porche situado
en el primer nivel, bajo el cuerpo superior de dormitorios, y su prolongación
en el exterior formando la “playa” de la piscina.
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Patinillo
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También resultan interesantes el hueco a modo de "patinillo" en torno al que se distribuye la planta alta,
que permite la conexión visual entre todos los niveles, y contribuye a integrar
en el interior la importante masa vegetal existente en la zona más elevada de
la parcela, y el espacio del hueco de la escalera, configurado a doble altura, que aporta fluidez espacial.
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Vistas interiores
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Como se ha mencionado al inicio, la materialización de todo esto, ha sido posible en gran medida por la implicación personal del propietario, que ha asumido una parte importante de la mano de obra, así como todo lo correspondiente a la contratación y coordinación de especialidades y la compra de materiales, consiguiendo un ajuste significativo de los costes de construcción. Esto, evidentemente, ha conllevado una labor de dirección y supervisión más exhaustiva de lo habitual, pero vistos los resultados, podemos concluir que ha merecido la pena, demostrándose que el “diseño puede estar al alcance de todos”.
