Centro de Salud en Santiponce. Sevilla. (Colaboración con Cristobal-Pedrera Arquitectas).

El objeto de la actuación consiste en la ejecución de un nuevo consultorio local en sustitución del existente que se encuentra obsoleto en otra ubicación en la misma zona.

Se trata de un entorno urbanizado, con predominio de edificaciones de viviendas unifamiliares de baja altura, en todas las calles aledañas, así como presencia de árboles junto a los acerados y zonas de aparcamientos.

El nuevo consultorio se implanta en la parcela como una prolongación de las viviendas existentes, no enfrentándose a éstas, sino conformando un volumen  que no compite con el entorno, sino que se integra en él, sin olvidar el carácter público de la edificación, que obliga a identificar un acceso “más institucional” y por tanto con mayor presencia, marcándolo y protegiéndolo a la vez con la arquitectura.


Implantación


En la solución arquitectónica final han primado los criterios funcionales: optimización y clarificación de circulaciones, garantía de la evacuación de los ocupantes en condiciones de seguridad en caso de incendio, las exigencias funcionales propias del área de consultas y sala de emergencia así como la minimización de los costes, mediante la elección de las soluciones constructivas y de sistemas de instalaciones.



Fachada principal


La organización del conjunto se realiza partiendo de las características singulares de la parcela, destacando la ausencia de hitos exteriores, por lo que el edificio se resuelve “desde el interior”, volcando las zonas de esperas y de circulación al patio, favoreciendo la necesaria ventilación cada vez más valorada tras la Epidemia de Covid19.

Patio interior

De alguna forma, la organización del conjunto parte del esquema básico de la Domus Romana, aludiendo al pasado de la población de Santiponce, cuyo principal referente son las ruinas de Itálica, el primer municipio romano fundado fuera de territorio italiano, y del que se han conservado importantes vestigios, como el Teatro y el Anfiteatro, y numerosas de estas Domus.

Esquema de Domus Romana


Desde el punto de vista funcional, el vestíbulo de acceso y el patio central actúan, como elemento organizador interno de las circulaciones generales, asumiendo  todo el protagonismo, al ser el nexo de unión entre las distintas áreas funcionales y permitiendo el acceso a todas las estancias, favoreciendo el tránsito por el centro de salud y su continuidad espacial.

 



Espacios de circulación y espera


El Programa se resuelve en dos plantas, más ático abuhardillado bajo cubierta.

Secciones

El control se encuentra conectado con una zona de administración y ubicado inmediato a la entrada principal, resolviendo así los accesos con una zona de admisión que controla todo el tránsito de usuarios.

En la planta baja se ubican además de la  administración, con sus zonas de despachos y almacenes anexas; la Sala de Procedimientos y la Consulta Covid con acceso directo y sala de espera anexa, la Atención Inmediata, con acceso directo desde el vestíbulo; la Clínica de adultos con dos salas polivalentes que se ubica en el lateral derecho y la zona de Pediatría (área más reservada y con acceso directo desde el vestíbulo) presidida por una gran zona de espera de consultas con vegetación y luz natural.

Al fondo de la planta se disponen la zona de servicios auxiliares y la de Educación Sanitaria, también con acceso desde el gran espacio central.

En la planta alta se ubica la mayoría de la Clínica de Adultos, cuya sala de espera se vuelca al patio, y el Área de Cirugía Menor, la zona de personal y la zona de Docencia.

En la planta bajo cubierta abuhardillada se sitúan los despachos y el Área de Dirección.

Distribución y Zonificación

En el diseño de los espacios y elección de acabados, se ha tratado de introducir el concepto de “humanización hospitalaria”, que básicamente es el “proceso que aborda de forma integral el bienestar del enfermo, en las dimensiones biológica, psicológica, social y conductual, y, por tanto, adoptando valores que velen por las relaciones asociadas con la dignidad de todo ser humano”. Así, es fundamental crear entornos que favorezcan una sensación de bienestar, ya que aunque el objetivo principal de estos espacios hospitalarios siga siendo el diagnóstico y el tratamiento adecuado de los pacientes, no hay que olvidar que la vulnerabilidad y el sufrimiento son casi inherentes al proceso de cualquier enfermedad.



En conclusión, elementos como el ajardinamiento del patio interior, y su forma orgánica, o la elección de los revestimientos, busca brindar la mejor experiencia posible a los pacientes y a sus acompañantes, para que se sientan más cómodos y más humanos, como si estuviesen en su propia casa o en un hotel, y por otro lado, también se aspira a conseguir que los profesionales de la salud trabajen de una manera mucho más saludable y eficiente, a través de espacios que les hagan sentir motivados  y que además mejoren de forma ostensible los procesos internos de organización.