Centro de Interpretación de la Cultura de Puerto Real. Cádiz.


Fachada a C/Real.
 
        El objeto del trabajo en un principio era solo la Dirección Facultativa de las obras, pero la necesidad de ajustar el proyecto redactado a la geometría real de la parcela, la introducción de modificaciones en el programa funcional y la racionalización y mejora de las soluciones constructivas, requirieron la redacción de un Proyecto Modificado que refleja lo realmente ejecutado.

        Se pretendía construir un edificio anexo a la Iglesia de Jesús, María y José, situada en la C/Vaqueros nº 98 de Puerto Real, adaptada en su día como Centro Cultural, con el fin de ampliar las prestaciones del Templo rehabilitado, dando lugar a un conjunto organizado, completo y versátil, subsanado las carencias del actual centro debido a la ausencia de espacios complementarios tales como aseos, oficinas o almacenes.







         Pese a las limitaciones en cuanto a superficie, y altura, se consigue albergar un programa museístico ambicioso, introduciendo un sótano, que conecta con la cripta de la Iglesia, y dos niveles superiores diáfanos para libre disposición de las exposiciones, igualmente conectados con el nivel inferior del templo y el espacio superior que ocupaba el Coro.  
Espacio de acceso y circulación Nivel intermedio.

          El acceso, a nivel de calle, se produce a través de un espacio previo a modo de zaguán, al espacio de vestíbulo donde se ubica el puesto de control y guardarropa, desde el que parten dos escaleras, una descendente hacia el sótano, y otra que conduce a los niveles superiores. En el primer nivel, dispuesto a modo de entreplanta se ubican los aseos, mientras que en el superior, en la crujía que da a la fachada, se ubican dos despachos para la administración.


Conexión con Cripta

Espacio de Exposición Nivel Sótano

 

 

Circulación nivel superior.

 


 

  
Sala Exposición Nivel superior









Escalera acceso al antiguo Coro

         Interiormente, destaca la introducción de un patio central, provisto de lucernario, que dota de iluminación natural a todo el edificio y permite una gran fluidez espacial, al quedar interconectadas todas las estancias a través de pasarelas que lo atraviesan.

Lucernario Patio interior


 



 
        En cuanto a la volumetría, se pretende que el nuevo edifico no entre en competencia con la Iglesia, optando por un perfil plano que contrasta con el juego de cúpulas y cubiertas inclinadas de ésta,  de modo que el histórico templo permanezca perceptivamente como fue concebido, manteniendo el carácter de hito en el tejido urbano.


Vista de la Cubierta
 
Detalle de Conexión entre nueva edificación e Iglesia
 
         Este planteamiento se traslada a la fachada, optando por un diseño neutro, que solo introduce un acento formal en la franja de contacto entre los dos edificios, donde se provoca una discontinuidad tectónica que la remarca.






        

         Pero el diseño absolutamente neutral impuesto, no debía impedir que el edificio pudiera ofrecer una imagen acorde a su uso público e institucional, y considerando que se encuentra "encajonado" en el tejido urbano, con una única fachada al exterior, y que a su vez,  la estrechez de la calle no permite puntos de vistas generosos, surgió la idea de resolver constructivamente  la fachada  mediante un aplacado de piedra natural traslúcida que, por medio de un sistema de retroiluminación, puede “cobrar vida” si se desea, resplandeciendo de noche,  en ocasiones especiales, para llamar la atención.